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En la anterior entrega se hizo alusión a los principales aspectos que una auténtica reforma en materia fiscal debe prever a fin de que sea un factor determinante para el progreso del país en todos los órdenes.
Definitivamente debe ser prioritario el incremento en la recaudación tributaria, a través de mejorar la eficiencia de los procesos tendentes a dicha misión, sobre todo si se toma en cuenta que en nuestro país este rubro apenas representa un 12% del Producto Interno Bruto (PIB), cifra significativamente baja en comparación a otros países.
En estrecha vinculación con lo anterior, una simplificación en los trámites administrativos en la materia, representaría un aumento recaudatorio entre 25% y 30% adicional a lo percibido actualmente. Ello sin mencionar que significaría una reducción en el tiempo destinado al cumplimiento de las obligaciones fiscales, que hoy en día está calculado en un número aproximado de 337 horas, lo que en sí mismo constituye un desánimo para el acatamiento espontáneo de las disposiciones legales correspondientes en un sistema que de suyo hoy en día es sumamente complejo y sin incentivos para ello.
Una cuestión que no es posible hacer de lado es la relativa a una política que logre abatir los índices de informalidad en el sector laboral, ya que implica la fuga de recursos tributarios para el Estado por el equivalente entre un 3% y 4% del PIB. Al respecto, el Secretario del Trabajo recientemente anunció una cruzada en contra de esta situación con la finalidad de lograr que las personas que se desempeñan en él migren a la economía formal.
En contrapartida, si no se tienen los recursos suficientes, el ejercicio del gasto público será menor, dejando de atender necesidades colectivas importantes. En este renglón cabe mencionar que nuestro país lo ejerce por el equivalente al 20% del PIB, en comparación al 28% en otras naciones latinoamericanas y del 40% en los estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Realmente falta poco para despejar la pregunta formulada, toda vez que se prevé que será el próximo 8 de septiembre, cuando sea presentada oficialmente la tan anunciada reforma hacendaria ante la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, conjuntamente con el paquete económico para el próximo año.
Elaborado por: Lic. Mauricio Estrada Avilés
Subdirector Académico. Centro de Estudios Superiores