Alicia RODRÍGUEZ ARCE
Abstract
Según el reporte mundial de Brecha de Género
del 2017 emitido por el Foro Económico
Mundial, México se encuentra en el lugar
81 de 141 países respecto a la inequidad
entre mujeres y hombres con relación a la
participación económica, acceso a la salud,
a la educación y al empoderamiento político.
De acuerdo con cifras del Banco Mundial, hoy
las mujeres representan el 40% de la fuerza
laboral, pero son muy pocas las que ocupan
puestos de liderazgo. Por su parte, Standard &
Poor’s señala que al menos el 5% de las 500
compañías más relevantes del mundo están
dirigidas por mujeres, cifras que nos orientan a advertir la falta de políticas tanto públicas como empresariales en diversos sectores
económicos con una perspectiva de género.
Hablar del sector financiero implica plantearnos todas las posibilidades de participación
tanto de hombres como de mujeres desde la
toma de decisiones corporativas y políticas,
sin ello, no podríamos verdaderamente
referirnos a la emisión de productos y servicios
financieros con perspectiva de género, esto es,
con una visión que realmente logre posicionar
a las mujeres como consumidoras igualando a
los hombres en este sector de acuerdo a sus
propias necesidades lo cual, necesariamente,
implica hacer un análisis desde diversas
aristas, como lo son las oportunidades educativas, laborales, de no discriminación y, sobre
todo, sociales a partir de los estereotipos y roles
de género que, hasta la fecha, prevalecen.
Gaceta del Tribunal Federal de Justicia Administrativa
Núm. 13, Septiembre 2019