El pasado 10 de julio un sueño largamente acariciado se convirtió en
realidad. La razón, la unidad de los juzgadoras del país, que sin distinción
del fuero al que pertenecemos, la materia a la que nos dedicamos o la instancia
en la que decidimos, unidas por las convicción de servir a nuestro país en el
desarrollo de esa maravillosa tarea de impartir justicia, constituimos el
Capítulo México de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas (IAWJ por sus
siglas en inglés).
La IAWJ es una organización no gubernamental fundada en 1991, que reúne
a cerca de 5 mil juzgadoras en más de 90 países y regiones del mundo, que
comparten un compromiso para hacer realidad la igualdad, la justicia y el
Estado de derecho, a través de innovar programas de formación judicial en los
que se promuevan los derechos humanos y el acceso a la justicia para las
mujeres, así como desarrollar una red global de mujeres juezas y crear
oportunidades para el intercambio judicial.
Desde mi primer contacto con la IAWJ y cuando tuve el honor de ser
electa como Directora para la Región de América Latina y El Caribe e integrar
el Consejo Directivo, vislumbré que éste era un espacio de unidad en el que las
juzgadoras mexicanas podríamos establecer lazos con nuestras colegas de otras
latitudes del mundo, para proyectar los avances que en el país se realizan en pro
de la igualdad de las mujeres, al tiempo de beneficiarnos de las amplias
oportunidades que ofrece esta red internacional de juzgadoras, tanto en el
intercambio de experiencias como para una permanente formación en un ámbito
global.
Esta inquietud fue ampliamente compartida por la jueza Susana Medina de
Rizzo, presidenta mundial de la IAWJ, quien desde entonces nos animó e impulsó
al interior de la Asociación la creación del Capítulo México, la que finalmente
se materializó en la Reunión del Consejo Directivo de la IAWJ, celebrada el
pasado mes de mayo en La Haya, Holanda, en la que dicho Consejo autorizó su
constitución.
La iniciativa encontró una entusiasta respuesta en el ministro Luis
María Aguilar Morales, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
y del Consejo de la Judicatura Federal, quien a través del Comité
Interinstitucional de Igualdad de Género, que tengo el honor de presidir,
auspició la conformación del Capítulo.
Así logramos constituir el Capítulo México de la IAWJ, que en un breve
tiempo logró congregar a casi 300 juzgadoras, la mayoría reunidas en la
ceremonia, que se celebró en la sede de la Ciudad Judicial del Tribunal
Superior de Justicia de la Ciudad de México, gracias a la amable hospitalidad
que nos brindó su presidente, el magistrado Álvaro Augusto Pérez Juárez.
En un ánimo festivo y de gran camaradería, la jueza Susana Medina dio la
bienvenida a la IAWJ, que en un detalle por demás cordial, haciendo patente la
igualdad de género que tiene como fin la IAWJ, invitó a unirse y nombró como
miembros honorarios al ministro Luis María Aguilar Morales y al magistrado
Pérez Augusto.
El Capítulo México tiene como objetivo reunir a las mujeres juzgadoras
mexicanas de todas las competencias y niveles que integran los tribunales del
país, en el propósito compartido de promover el acceso a la justicia de las
mujeres en condiciones de igualdad y la vigencia plena de sus derechos, en
concordancia con los principios, valores y fines que persigue la IAWJ.
A la fecha son más de 350 juzgadoras las que haciendo propio este gran
proyecto, se han adherido al Capítulo, que así constituye junto con Argentina
una de las principales fuerzas de la IAWJ.
Un gran logro, pues como lo manifesté en la ceremonia de presentación:
“Hoy las juzgadoras mexicanas, por primera vez en la historia de nuestro país,
nos unimos en un frente común… demostramos al mundo que podemos trabajar unidas
por nuestros ideales, que podemos vencer nuestras diferencias en aras de la
unidad, que podemos ser solidarias, que el triunfo de una es el triunfo de
todas, y que la lucha de cada una suma, al triunfo de las demás”.
Así sentamos la primera piedra de lo que esperamos constituya una gran
obra, a la que unidas contribuyamos todas, con el orgullo de ser mujeres, de
ser abogadas, de ser juzgadoras, pero sobre todo, de ser mexicanas. Dispuestas
a marcar la diferencia y a hacer el cambio[2].
Margarita Luna Ramos
Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
México
[1]
Cfr. El Universal, 25 de julio de
2017, disponible en: http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/articulo/margarita-luna-ramos/nacion/2017/07/25/el-frente-comun-de-juezas
[2] Se agradece a la C. María de los Ángeles González González, adscrita al
Centro de Estudios Superiores en materia de Derecho Fiscal y Administrativo, la
localización de la presente información.