En una cantina un hombre de estatura descomunal y musculatura de gigante
toma un limón y lo exprime a la vista de los parroquianos. Luego los desafía a
todos: “El que pueda sacarle una gota más de jugo a este limón se ganará mil
dólares”.
Prueban los más jóvenes y fuertes, y ninguno consiguió sacarle una gota
más al limón exprimido por el coloso.
Del fondo del salón, sale un hombrecito pequeño, flacucho e
insignificante, y pide también hacer la prueba. Todos se ríen del debilucho. El
hombrecito toma el limón, lo aprieta y del limón salen seis o siete gotas más
de jugo. Todos se quedan estupefactos.
- ¿Es usted karateca? – Le preguntan- ¿practica kung fu o alguna otra
disciplina marcial?”
- “No, contesta el hombrecito. Soy
cobrador de impuestos”.
Valdes-Fauly, Manuel Calviño[1]
[1] Citado por GÓMEZ COTERO, José de Jesús. La Simulación Tributaria, Análisis Jurídico y Sociológico. Ed.
Themis. México. 2014.